¡Que no se agote esa gota!

Notas de Prensa / Observatorio Ambiental de Venezuela: Notas de prensa y entrevistas

Gilberto Carreño / Periodista ambiental  – VITALIS – Observatorio Ambiental Venezolano.
Una grave paradoja de nuestro tiempo, lo constituye el hecho de que a la par del crecimiento de la demanda de agua potable por parte de la población, mayor es el desgaste y deterioro  por el hombre de ese recurso que nos ofrece la Naturaleza. La circunstancia de ser la Tierra un planeta ocupado por el agua con un volumen que se ha estimado en más de 1.300 millones de kilómetros cúbicos, de los cuales corresponden a Venezuela alrededor de  1.320 km3, no garantiza que podamos tener el recurso a nuestra disposición en abundancia y calidad para siempre.

África, con más de sesenta años de sequía después de haber poseído agua en abundancia, es una triste referencia de lo que puede suceder en una región donde los cambios climáticos introducen modificaciones drásticas en el ciclo hidrológico; mientras que Latinoamérica, y particularmente Venezuela, presenta problemas de agotamiento y deterioro de la calidad de sus aguas, especialmente causados por los errados patrones ocupacionales del espacio geográfico, modificación de las condiciones naturales de las fuentes productoras y en sus cuencas, así como una progresiva contaminación de los cuerpos de agua, generados por los vertidos de efluentes líquidos principalmente provenientes de usos domésticos, agrícolas, industriales y mineros.

Venezuela, de acuerdo con las informaciones emanadas de los servicios hidrológicos y meteorológicos del Estado, no es propensa por lo menos a corto y mediano plazos, a sufrir los problemas de desertificación que sufren otros países, aun cuando se reporten en ocasiones situaciones críticas en cuanto a los aportes de agua de lluvia se refiere, como se evidencia actualmente en el río Caroní con la disminución de sus caudales y lo cual afecta la generación de energía eléctrica desde el embalse del Güri.

Agua poseemos, y es la fortuna del país, contar con una importante fuente fija representada en sus ríos mayormente concentrados en la región sur, así como en otras provenientes de las cinco cuencas hidrográficas de países vecinos, como son los de La Guajira, y las de los ríos Catatumbo, Orinoco, Amazonas y Cuyuní.

Los problemas 


Puede observarse que perdura y parece agravarse, la descripción que sobre el particular fue presentado en el Informe Nacional de Venezuela, ante la Conferencia Cumbre de la ONU sobre Ambiente y Desarrollo, celebrado en junio de 1992 en Río de Janeiro, Brasil, donde ya se denunciaba el “alto grado de agotamiento y contaminación de los cuerpos de agua dulce” y que en el país “los principales problemas en este ámbito son: la escasez del recurso hídrico en áreas puntuales y la sobreexplotación de los acuíferos; la disminución rápida de la vida útil de los embalses; el uso inadecuado de la tierra en las cuencas altas de captación; la contaminación por los vertidos de los efluentes no tratados provenientes de los centros poblados, zonas agrícolas e industriales; la ocupación indiscriminada de áreas de inundación; la falta de protección a los humedales y demás ecosistemas acuáticos”.

Se definían entonces como áreas prioritarias de atención inmediata,  las mismas que hoy son objeto de denuncias, entre ellas: los ríos Tuy, Neverí, Manzanares, Yaracuy, Turbio y Tocuyo, así como las cuencas de los lagos Maracaibo y de Valencia, además de los litorales costeros. Hoy el problema se multiplica, por la falta de respuestas ante la exigencia no satisfecha de ampliar la infraestructura de almacenamiento y distribución del fundamental recurso.

En informaciones aportadas por expertos en gestión de aguas y de salud pública, como el expresidente de Hidrocapital, José María De Viana, y el ex ministro de Sanidad, José Félix Oletta, han venido alertando sobre los riesgos que corre la población en algunas regiones del país por la presencia  en el agua que se consume, de enterobacterias (provenientes de desechos humanos), así como de cinobacterias (de las algas) y de residuos metálicos originados por la actividad industrial y explotación minera (mercurio principalmente), por causa de control sobre el recurso, así como por el inadecuado o, en la mayoría de los casos, falta de tratamiento del líquido.

Por su parte, el epidemiólogo Miguel Vizcuña, con responsabilidad en el área de salud en el ámbito regional del estado Miranda, ha venido advirtiendo sobre las consecuencias de la mala calidad de las aguas en Venezuela, como consecuencia de la falta de vigilancia de los embalses, que considera asociada al incremento de cados de diarreas, hepatitis y amibiasis en un amplio sector de la población.

 

Reclamos a las autoridades venezolanas

     
Ha sido una de las tareas duras que le ha correspondido a la actual Asamblea Nacional (AN), ser atendidas por las autoridades que tienen asignadas gestiones relacionadas con el almacenamiento, tratamiento y distribución del agua potable, por lo que en una misión cuesta arriba, una comisión parlamentaria especialmente designada para tratar este aspecto ha logrado realizar una investigación y presentar un informe sobre la problemática del agua en Venezuela.

En efecto, de acuerdo con dicho informe presentado por el grupo parlamentario encabezado por los  diputados Staling González, presidente de la Comisión de Administración y Servicios, y Julio César Reyes, presidente de la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climática, arribó, entre otras, a las siguientes conclusiones:

  • El Ejecutivo Nacional, a través del Ministerio del Ambiente, construyó transvases de enorme cantidad de aguas negras que contaminaron de manera irreversible las fuentes de agua potable de la Gran Caracas y de la conurbación Valencia-Maracay. La mayor fuente de agua potrable de Caracas, el embalse de Camatagua de excelente calidad hasta el año 2009, es hoy día un embalse muerto, eutroficado, intensamente contaminado y sus aguas no son aptas para el consumo humano.
  • En el caso del Lago de Valencia, no sólo se han construido obras para contaminar los embalses Pao / Cachinche y Pao / La Balsa a partir de las aguas negras de los ríos Maruria y Cabriales, sino también de las aguas contaminadas y salinas del lago de Valencia.
  • Se han construido grandes obras hidráulicas sin ninguna utilidad pública, malgastándose enormes montos en obras mal proyectadas y que hoy en día son monumentos inútiles. El caso más emblemático es el mayor acueducto del país: una tubería de 185 Km que va del embalse de Matícora a la península de Paraguaná. Este se encuentra vacío y nunca llevará agua a la población de Falcón. La razón es elemental, el embalse de Matícora está totalmente sedimentado y en consecuencia es incapaz de garantizar ningún caudal.
  • Existen obras de importancia capital que están inconclusas. Se anunció al pueblo margariteño la construcción de un nuevo Acueducto: el Acueducto “Luisa Cáceres de Arismendi” para sustituir la antigua tubería construida en el año 1968. Esta tubería presenta enormes problemas en el tramo submarino de 23 km., ya que las condiciones de este tramo entre el Morro de Chacopata y el del sector de Punta Mosquitos presentan corrosión y un enorme número de roturas con pérdidas de agua dulce. El primer tramo a sustituir ha debido ser el submarino, al estar en mal estado es el responsable de las mayores pérdidas de agua destinada a Margarita. Sin embargo, esta obra nunca se realizó hoy en día los margariteños dependen de una tubería colocada hace 38 años, muy mal mantenida y escasamente reparada.
  • Programa de Rehabilitación y Optimización de Plantas Potabilizadoras de Agua sin ejecutar. En el año 2011, Hidroven solicitó a la Corporación Andina de Fomento (CAF) recursos para diagnosticar el estado de operación de las siete (07) mayores plantas de agua potable del país. Este diagnóstico evidenció la escasa calidad de las operaciones de potabilización realizada en estas plantas y en varias de ellas la calidad del agua tratada era totalmente inaceptable. A este respecto merecen destacarse los pésimos resultados obtenidos en las Plantas de Tratamiento de Caujarito, La Guairita, La Mariposa y Alejo Zuloaga. Cabe señalar que el Programa de inversión para la Rehabilitación, y Optimización de las Plantas de Tratamiento de Agua Potable, a ser financiado con recursos de la Nación, de la CAF y del BID, nunca se ejecutó.

Recomendaciones de la Comisión

Entre otras se plantean:

  • Exigir el cumplimiento a los presidentes de las empresas operadoras nacionales los resultados de las investigaciones sobre la calidad del agua, realizados en sus laboratorios de forma permanente para soportar su responsabilidad en el tema de salud de los venezolanos.
  • Exhortar al Ministerio del Poder Popular de Ecosocialismo y Aguas a suministrar a la brevedad del caso información orientada a disponer de mayor conocimiento sobre los factores que inciden en la baja calidad del Servicio de Abastecimiento de Agua potable y Saneamiento.
  • Atender responsablemente y en estrecha coordinación con los gobiernos municipales y regionales, los recurrentes problemas de roturas que originan cuantiosas pérdidas del líquido en las redes de distribución de agua potable de la gran mayoría de los centros poblados a nivel nacional. En ese sentido, se exige la elaboración de planes de acción y su inmediata puesta en marcha para evitar la pérdida diaria de millones de litros de agua.
  • Presentar públicamente el Plan de Acción existente para atender la problemática agudizada de agua potable en el estado Falcón, a fin de que el mismo pueda ser evaluado por un equipo técnico del más alto nivel y pueda apoyar en la definición de la alternativa técnico-económica para la solución de los problemas existentes y con visión de largo plazo.
  • Rendir cuentas de los préstamos en ejecución, destacando datos sobre las obras realmente realizadas; particularmente para el caso del Proyecto Guaire, el cual después de más de 10 años en ejecución (siete años, con cuantiosos recursos del FONDEN y más de tres años con recursos de préstamo BID), sin logro alguno.
  • Declarar la Emergencia y crisis nacional en materia de abastecimiento de agua y saneamiento, dada la crisis de suministro de agua potable reinante en el país, con especial énfasis en el Estado Nueva Esparta por su condición fronteriza e insular, y de acuerdo a lo previsto en el artículo 15 de la Constitución Nacional, con el fin de otorgar las asignaciones de recursos necesarios para atender de manera inmediata los requerimientos de agua de la población neoespartana.

@GilbertoCarreo @ONGVitalis

#LupAmbientalVe

 

Imagen cortesía de pixabay.

 

 

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